Humedece mis mejillas
Una profunda pena.
No sé si es el mar,
No sé si mis lágrimas.
Se queda en la playa
Mi mayor riqueza:
Esa paz que aísla,
Que realza mi esencia.
Me despido del mar,
Escribo en la arena:
“Me llevo tu aroma,
espera mi regreso.
Tal vez sea pronto, o en un tiempo remoto.
Tal vez, llena de vida, o quizás…cenizas”
¡Ah, mar infinito!
Salino, maravilloso…
Colúmpiame en tus olas,
Arrúllame el alma.
Regreso a la urbe,
Esa gran ciudad
Que engulle los sueños,
Que corrompe al hombre.
Más yo intentaré
Conservarme pura
Para que al volver
Merezca tu espuma.
Febrero 2014