¡Alto ahí! Basta de acosarme. Me molesta tu presencia, tu sombra, el frío
que me provoca. Soy de esencia cálida; mi hábitat es el mar, o la selva, el
trópico, incluso el desierto.
Allí donde resplandezca
el sol, allí habrán de hallarme, y como no quiero estar sola, no hoy, te exijo
que te retires, que me dejes en paz.
Llevo meses aguantándote sobre
mi pequeña silueta. Creo que es pequeña pues…he roto los espejos, ellos, sin más, cuentan falsedades. Ellos nada
saben de mi interioridad, por tanto, es lógico conjeturar que sólo esparcen
falacias.
El único modo que tengo
de apreciar mi estampa, es a través de
mi sombra cuando el astro rey me la enseña.
¡Qué importancia tiene la hora! ¡Qué interesa que lo hayan declarado enemigo público! Yo lo amo, y con eso
me basta.
Entonces, te ruego, te insto,
¡te exhorto! ¡Aléjate de mí o estarás
en problemas!
¿Entendiste, o te lo repito?